PLAYAS DE VILLAJOYOSA

Playas  de  Villajoyosa, la mayoría de los días remanso de paz como regalo de la naturaleza. Sus aguas, limpias  y  transparentes, hacen de este lugar el paraíso soñado de todos los que las visitan. (Hay una foto antigua, además, que, tomada desde Villa Giacomina, o “Mallaeta”, nos representa el tupido y perfumado terreno vilero más próximo al mar, repleto de almendros floridos hasta un éxtasis de perfume  que encanta a cualquiera. Contemplando esa fotografía, de los años treinta posiblemente del siglo XX, una mente algo imaginativa podría comprender la razón por la cual tantas personas de la remota antigüedad eligieron nuestro territorio para hacerse sedentarios y vivir aquí, cerca del mar y de las fuentes naturales conocidas en aquellos tiempos

La moderna configuración de Villajoyosa,  con  sus  edificios más recientes, se ha ido  extendiendo  muchísimo alineándose  en  la playa y dándole una pintoresca perspectiva al bello panorama que en todas direcciones provee este territorio…con el Puigcampana al Norte, por supuesto. (Dibujé un boceto, además de dar mi idea a un ayuntamiento, de que el final del Parque de la Creueta quedara, sin la proliferación de edificios tremendos, la visión completa de esa montaña espectacular…, pero, claro, los intereses pecuniarios no lo permitieron: hubiera sido la postal más envidiada de muchísimas personas de nuestra ciudad y de todos nuestros visitantes…

En esta nuestra playa y las que se suman a ella en este territorio, se respira la alegría propia de nuestras costas. Desde  la orilla del mar y en contrapartida a lo que estamos viendo, aparece una línea  de  montañas  y más montañas, cumbres y crestas de peladas rocas asomando las  unas  detrás  de  las  otras  en distintos planos y formando un conjunto de ensueño. Y, si observamos las colinas del Poniente cuando se va poniendo el sol, el paisaje es rotundamente prístino y gratificante, como el de las varias playas de este nuestro término… Playas  tranquilas  donde  revolotean sobre sus aguas gaviotas tan blancas como los rizos del mar al visitar la arena…

José Payá Nicolau

Deja un comentario